La figura de Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, y la historia de la construcción de la Basílica.
Lunes 30 de julio de 2012 | RADIO SAN SEBASTIÁN
Iñigo López de Recalde nació en la población guipuzcoana de Loyola en el año 1491. Por tradición familiar, dedicó su vida a las armas hasta que, tras resultar herido en la batalla que se libraba en Pamplona contra el ejército francés en el año 1521, se consagró ala religión. La lectura, durante su convalecencia, de libros piadosos ejerció sobre él una fuerte influencia.
Tras pasar por Montserrat y Manresa, peregrinó a Palestina y, ya de vuelta, comenzó sus estudios en la universidades de Alcalá de Henares, Salamanca y París, donde se graduó como maestro en Artes. En la capital francesa también consiguió reunir a un grupo de seis compañeros con los puso las primeras piedras de lo que sería la Compañía de Jesús. En los siguientes años se dedicaron al apostolado, la enseñanza el cuidado de enfermos y la definición de la nueva orden religiosa, configurada como una orden moderna y pragmática, concebida racionalmente, disciplinada y ligada al Papa.
Cuando Ignacio de Loyola muere en el año 1556, a los 65 años, la Compañía de Jesús cuenta con un millar de jesuitas, que viven en cerca de un centenar de casas y colegios distribuidas en 12 provincias. Fue beatificado en 1609 y canonizado en 1622.
Santuario de Loyola
En torno a la casa en la que nació Ignacio de Loyola, se construyó el Santuario que hoy conocemos, donde se halla la Iglesia Basílica, flanqueada por dos grandes alas que suman 150 metros de longitud.
La primera piedra del nuevo edificio y de la Iglesia fue colocada el 28 de marzo de 1689. Está construida con bloques de mármol extraídos en su mayoría del monte Izarraitz y donde llegaron a trabajar simultáneamente 600 canteros. El hueco dejado en la extracción se puede apreciar a simple vista desde Loyola.
Entre 1688 y 1738 se realiza el ala sur, destinada a colegio, y la iglesia del Colegio de Loyola. La Guerra de la Sucesión hace que las obras se paren entre 1704 y 1717, pero aun así se termina el edificio de la hostelería. En 1708 se va ocupando el nuevo edificio. En 1738 se inauguran la iglesia y el colegio que ocupaba el ala sur. Entre 1750 y 1758 se construye el altar mayor. El ala norte se construye entre 1760 y 1767, y avanzan las obras del ala norte, también destinada a colegio. Las obras sufren un fuerte contratiempo cuando los jesuitas son expulsados de España en 1767. El siglo XIX fue muy complicado, pues la compañía fue expulsada de Loyola en seis ocasiones, 1820, 1835 hasta 1840, 1854, 1868, 1870 y 1876. La Diputación devolvió la Casa Santa a la Compañía de Jesús en 1991.
Entre 1904 y 1924 se realizan obras de remodelación y acondicionamiento en la Casa Santa. En estas obras se hacen 9 capillas en el edificio natal de Ignacio y una escalera, desvirtuando la estructura interior original. En 1989 se efectúan obras de reforma de la Casa Santa y se recupera el ambiente original. El 13 de diciembre de 2000 empezaron las obras de restauración de la cúpula interna en la cual eran apreciables grandes grietas. Las obras quedaron concluidas el 19 de julio de 2002.
Tras pasar por Montserrat y Manresa, peregrinó a Palestina y, ya de vuelta, comenzó sus estudios en la universidades de Alcalá de Henares, Salamanca y París, donde se graduó como maestro en Artes. En la capital francesa también consiguió reunir a un grupo de seis compañeros con los puso las primeras piedras de lo que sería la Compañía de Jesús. En los siguientes años se dedicaron al apostolado, la enseñanza el cuidado de enfermos y la definición de la nueva orden religiosa, configurada como una orden moderna y pragmática, concebida racionalmente, disciplinada y ligada al Papa.
Cuando Ignacio de Loyola muere en el año 1556, a los 65 años, la Compañía de Jesús cuenta con un millar de jesuitas, que viven en cerca de un centenar de casas y colegios distribuidas en 12 provincias. Fue beatificado en 1609 y canonizado en 1622.
Santuario de Loyola
En torno a la casa en la que nació Ignacio de Loyola, se construyó el Santuario que hoy conocemos, donde se halla la Iglesia Basílica, flanqueada por dos grandes alas que suman 150 metros de longitud.
La primera piedra del nuevo edificio y de la Iglesia fue colocada el 28 de marzo de 1689. Está construida con bloques de mármol extraídos en su mayoría del monte Izarraitz y donde llegaron a trabajar simultáneamente 600 canteros. El hueco dejado en la extracción se puede apreciar a simple vista desde Loyola.
Entre 1688 y 1738 se realiza el ala sur, destinada a colegio, y la iglesia del Colegio de Loyola. La Guerra de la Sucesión hace que las obras se paren entre 1704 y 1717, pero aun así se termina el edificio de la hostelería. En 1708 se va ocupando el nuevo edificio. En 1738 se inauguran la iglesia y el colegio que ocupaba el ala sur. Entre 1750 y 1758 se construye el altar mayor. El ala norte se construye entre 1760 y 1767, y avanzan las obras del ala norte, también destinada a colegio. Las obras sufren un fuerte contratiempo cuando los jesuitas son expulsados de España en 1767. El siglo XIX fue muy complicado, pues la compañía fue expulsada de Loyola en seis ocasiones, 1820, 1835 hasta 1840, 1854, 1868, 1870 y 1876. La Diputación devolvió la Casa Santa a la Compañía de Jesús en 1991.
Entre 1904 y 1924 se realizan obras de remodelación y acondicionamiento en la Casa Santa. En estas obras se hacen 9 capillas en el edificio natal de Ignacio y una escalera, desvirtuando la estructura interior original. En 1989 se efectúan obras de reforma de la Casa Santa y se recupera el ambiente original. El 13 de diciembre de 2000 empezaron las obras de restauración de la cúpula interna en la cual eran apreciables grandes grietas. Las obras quedaron concluidas el 19 de julio de 2002.