Madeleine Peyroux ha regresado a San Sebastián con un menú sosegado y "delicatessen" en la última jornada del 47 Jazzaldia, que han cerrado Miles Smiles con un poderoso tributo al genial trompetista.
Martes 24 de julio de 2012 | EFE
Peyroux iniciaba la tarde de ayer en el Kursaal con "Dance Me To The End of Love", de Leonard Cohen, el primer tema ajeno de un repertorio que ha incluido otros, como el transformado "You'’re Gonna Make me Lonesome", de Bob Dylan, y el hermoso blues "Love in vain".
Éste último forma parte de su último trabajo "Standing on the Rooftop", título inspirado en los tejados de Nueva York -"un buen sitio para estar porque no hay ni coches ni gente", decía-, al que ha añadido "Ophelia", "Don''t Pick a Figth with a Poet" y "The Kind You Cant Afford".
Una selección exquisita de canciones para una voz deliciosa, que ha pasado también por el standard "I hear music" y "La Javanaise", de Gainsbourg, con la que recordó su etapa de cantante en las calles de París y que, claro, cantando en francés.
Con media melena, y sin el aspecto de cantante folk con el que acudió su primera y anterior vez al Festival de San Sebastián en 2007, la intérprete y compositora se desprendió de sus tacones hacia la mitad de la actuación y siguió descalza hasta el final, que llegó con un preciosa "Instead".
Y para el bis recuperó el francés, con la bonita "J''ai deux amours". Suave adiós de Madeleine.
Del Kursaal a la Trinidad, este lunes sin el usual cierre con la plaza despejada de sillas. La fiesta y el baile se suplieron por el disfrute desde el asiento para homenajear a Miles Davis, del que la memoria del Heineken Jazzaldia guarda tres históricos conciertos.
En el de 1984 participó el bajo Darryl Jones y, en el de 1986, el guitarrista Robben Ford. Los dos integran el sexteto bautizado como Miles Smiles, formado por discípulos del maestro.
Ambos, junto a Rick Margitza (saxo), Wallace Roney (trompeta), Joey DeFrancesco (órgano Hammond) y Omar Hakim (batería), se han entregado a la reinterpretación del maestro en una "Trini" con una de las mejores entradas de la edición.
El público parece haberlo pasado muy bien en este vibrante viaje al pasado, en el que han sonado títulos míticos como "All blues" y "So what", éste con guiños al "Bolero" de Ravel.
La despedida definitiva llegó con "Jean Pierre". Esta vez el que se coló fue "El concierto de Aranjuez".
Pero la tarde de este lunes en la Trinidad la abrió Neneh Cherry, que hizo su aparición aupada por la avalancha sonora de su grupo, The Things, en un apabullante y electrizante concierto.
El cartel del Jazzaldia hablaba de esta actuación como de un tributo a su padre, pero el grupo ha aclarado que no es exactamente así, porque Don Cherry "siempre" va con ellos, está en todo lo que hacen.
En este caso, con una propuesta rompedora, Neneh Cherry y su trío, compuesto por destacados instrumentistas suecos, se han servido de temas como "Cashback" y "Call the Police" y se han despedido con una muy sugerente interpretación del standard "Wrap your troubles in dreams".
Este año las actuaciones del Kursaal -Bobby McFerrin, Antony y Madeleine Peyroux- han coincidido con las de L''Orchestra D''Hommes-Orchestre, una "perfomance" de complicada definición dedicada a las canciones de Tom Waits que ha sido la sorpresa de la edición.
A las fechas previstas del 21 y el 22, el Festival ha añadido -algo nada habitual- la de este lunes, para dar una oportunidad al público de descubrir a este grupo de Quebec. ¿Candidato a regresar?.
Habrá mucha lectura positiva en el balance del Festival, una de ellas la ausencia de lluvia, merecida para un público que el año pasado sufrió la penitencia de varios aguaceros.
Éste último forma parte de su último trabajo "Standing on the Rooftop", título inspirado en los tejados de Nueva York -"un buen sitio para estar porque no hay ni coches ni gente", decía-, al que ha añadido "Ophelia", "Don''t Pick a Figth with a Poet" y "The Kind You Cant Afford".
Una selección exquisita de canciones para una voz deliciosa, que ha pasado también por el standard "I hear music" y "La Javanaise", de Gainsbourg, con la que recordó su etapa de cantante en las calles de París y que, claro, cantando en francés.
Con media melena, y sin el aspecto de cantante folk con el que acudió su primera y anterior vez al Festival de San Sebastián en 2007, la intérprete y compositora se desprendió de sus tacones hacia la mitad de la actuación y siguió descalza hasta el final, que llegó con un preciosa "Instead".
Y para el bis recuperó el francés, con la bonita "J''ai deux amours". Suave adiós de Madeleine.
Del Kursaal a la Trinidad, este lunes sin el usual cierre con la plaza despejada de sillas. La fiesta y el baile se suplieron por el disfrute desde el asiento para homenajear a Miles Davis, del que la memoria del Heineken Jazzaldia guarda tres históricos conciertos.
En el de 1984 participó el bajo Darryl Jones y, en el de 1986, el guitarrista Robben Ford. Los dos integran el sexteto bautizado como Miles Smiles, formado por discípulos del maestro.
Ambos, junto a Rick Margitza (saxo), Wallace Roney (trompeta), Joey DeFrancesco (órgano Hammond) y Omar Hakim (batería), se han entregado a la reinterpretación del maestro en una "Trini" con una de las mejores entradas de la edición.
El público parece haberlo pasado muy bien en este vibrante viaje al pasado, en el que han sonado títulos míticos como "All blues" y "So what", éste con guiños al "Bolero" de Ravel.
La despedida definitiva llegó con "Jean Pierre". Esta vez el que se coló fue "El concierto de Aranjuez".
Pero la tarde de este lunes en la Trinidad la abrió Neneh Cherry, que hizo su aparición aupada por la avalancha sonora de su grupo, The Things, en un apabullante y electrizante concierto.
El cartel del Jazzaldia hablaba de esta actuación como de un tributo a su padre, pero el grupo ha aclarado que no es exactamente así, porque Don Cherry "siempre" va con ellos, está en todo lo que hacen.
En este caso, con una propuesta rompedora, Neneh Cherry y su trío, compuesto por destacados instrumentistas suecos, se han servido de temas como "Cashback" y "Call the Police" y se han despedido con una muy sugerente interpretación del standard "Wrap your troubles in dreams".
Este año las actuaciones del Kursaal -Bobby McFerrin, Antony y Madeleine Peyroux- han coincidido con las de L''Orchestra D''Hommes-Orchestre, una "perfomance" de complicada definición dedicada a las canciones de Tom Waits que ha sido la sorpresa de la edición.
A las fechas previstas del 21 y el 22, el Festival ha añadido -algo nada habitual- la de este lunes, para dar una oportunidad al público de descubrir a este grupo de Quebec. ¿Candidato a regresar?.
Habrá mucha lectura positiva en el balance del Festival, una de ellas la ausencia de lluvia, merecida para un público que el año pasado sufrió la penitencia de varios aguaceros.
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Enlaces relacionados:
Programa de la última jornada del 47 Heineken Jazzaldia
Cartel ganador del 47 Heineken Jazzaldia
Página web oficial del Heineken Jazzaldia
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