El equipo donostiarra tratará de ser el primer equipo en batir en Liga al líder Barcelona, gesta que ya logró hace dos temporadas
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Sábado 19 de enero de 2013 | EFE
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El equipo catalán se le ha dado bien en los últimos años a los donostiarras, si ese calificativo sirve para valorar el empate, resultado más repetido en los siete últimos enfrentamientos en Anoeta.
El entrenador txuriurdin, Philippe Montanier, tiene para este encuentro a sus jugadores básicos a plena disposición y posiblemente buscará un centro del campo más defensivo para tratar de abortar las prolongadas posesiones azulgranas.
En este dibujo podría entrar Gorka Elustondo, uno de sus hombres de confianza lastrado por una lesión que dejó en el olvido hace dos semanas para jugar primero en el centro del campo y como titular después en la defensa contra el Deportivo.
Arriba el cuadro blanquiazul confía en la magia del mexicano Carlos Vela, su máximo goleador, que tiene ante el Barcelona un escenario inmejorable para reivindicar su fútbol.
Reconquistar el título de Liga sigue siendo un objetivo primordial para el Barcelona, que mañana jugará en Anoeta con todos sus pesos pesados para dejar claro a sus más inmediatos perseguidores que no piensa aflojar el ritmo en la segunda vuelta.
Con un colchón de 11 puntos de ventaja sobre el Atlético y de 18 sobre el Real Madrid, el conjunto azulgrana podría tomarse un respiro en San Sebastián, pero lo cierto es que ya se lo tomó hace tres días en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Málaga, cuando solo alineó a tres de sus teóricos titulares.
En aquel encuentro, que el Málaga empató en el último minuto (2-2) dejando todo abierto para la próxima semana en La Rosaleda, Tito Vilanova dejó en el banquillo a siete campeones de la pasada Eurocopa.
Mañana, ante la Real, es más que probable que todos ellos regresen al once, incluido Víctor Valdés, cuyo anuncio de que no renovará su contrato con el Barça ha caído como un jarro de agua fría en el remanso de paz en el que parecía haberse instalado el entorno azulgrana.
La plantilla del Barcelona hará un último entrenamiento esta tarde antes de coger un avión rumbo a San Sabastián. En el mismo es más que improbable que participe el delantero David Villa, que sigue sin recuperarse de la elongación en el bíceps femoral de la pierna derecha que sufrió hace diez días ante el Córdoba.
Sin Villa en la convocatoria, Pedro e Iniesta, que dejaría su puesto a Cesc en el centro del campo, se perfilan como los acompañantes de Messi en la punta de ataque. El propio Cesc formaría en la medular junto a Xavi y Busquets, y en defensa, Alves y Jordi Alba regresarían a los laterales y Piqué como acompañante de Puyol en el eje de la defensa.
El entrenador txuriurdin, Philippe Montanier, tiene para este encuentro a sus jugadores básicos a plena disposición y posiblemente buscará un centro del campo más defensivo para tratar de abortar las prolongadas posesiones azulgranas.
En este dibujo podría entrar Gorka Elustondo, uno de sus hombres de confianza lastrado por una lesión que dejó en el olvido hace dos semanas para jugar primero en el centro del campo y como titular después en la defensa contra el Deportivo.
Arriba el cuadro blanquiazul confía en la magia del mexicano Carlos Vela, su máximo goleador, que tiene ante el Barcelona un escenario inmejorable para reivindicar su fútbol.
Reconquistar el título de Liga sigue siendo un objetivo primordial para el Barcelona, que mañana jugará en Anoeta con todos sus pesos pesados para dejar claro a sus más inmediatos perseguidores que no piensa aflojar el ritmo en la segunda vuelta.
Con un colchón de 11 puntos de ventaja sobre el Atlético y de 18 sobre el Real Madrid, el conjunto azulgrana podría tomarse un respiro en San Sebastián, pero lo cierto es que ya se lo tomó hace tres días en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Málaga, cuando solo alineó a tres de sus teóricos titulares.
En aquel encuentro, que el Málaga empató en el último minuto (2-2) dejando todo abierto para la próxima semana en La Rosaleda, Tito Vilanova dejó en el banquillo a siete campeones de la pasada Eurocopa.
Mañana, ante la Real, es más que probable que todos ellos regresen al once, incluido Víctor Valdés, cuyo anuncio de que no renovará su contrato con el Barça ha caído como un jarro de agua fría en el remanso de paz en el que parecía haberse instalado el entorno azulgrana.
La plantilla del Barcelona hará un último entrenamiento esta tarde antes de coger un avión rumbo a San Sabastián. En el mismo es más que improbable que participe el delantero David Villa, que sigue sin recuperarse de la elongación en el bíceps femoral de la pierna derecha que sufrió hace diez días ante el Córdoba.
Sin Villa en la convocatoria, Pedro e Iniesta, que dejaría su puesto a Cesc en el centro del campo, se perfilan como los acompañantes de Messi en la punta de ataque. El propio Cesc formaría en la medular junto a Xavi y Busquets, y en defensa, Alves y Jordi Alba regresarían a los laterales y Piqué como acompañante de Puyol en el eje de la defensa.
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