San Sebastián cuenta con una nueva plataforma, Áncora, dedicada a la conservación del patrimonio urbano, que va a volcar sus esfuerzos en evitar el derribo del edificio del Bellas Artes
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Miércoles 24 de abril de 2013 | VICKY PIZARRO
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La plataforma advierte que "no somos unos nostálgicos de la Belle Epoque", al mismo tiempo que esgrimen el valor arquitectónico de un edificio, construido en 1914 por Antonio de Cortázar.
Su primera función fue la de cinematógrafo, y el edificio del Bellas Artes es uno de los pocos inmuebles de este tipo que se mantuvo en pie en Europa después de la Guerra Mundial.
La plataforma Áncora, que ha conseguido 9.000 firmas en 20 días en contra del derribo del edificio, y de la que forman parte personalidades como la historiadora Montserrat Fornells, los directores del Untzi Museoa Soco Romano y José María Unsain, o el propietario de la Galería de arte Altxerri, Juan Ignacio García Velilla, defiende el interés compositivo del inmueble y su integración en la trama urbana. Descontentos con el estado actual del edificio, "mutilado", dicen, por sus dueños, los propietarios de los cines SADE, apuestan, no sólo por la conservación del edificio, sino por su rehabilitación y recuperación del diseño original, al tiempo que proponen usos futuros como sala de cine o sala de fiestas.
Su primera función fue la de cinematógrafo, y el edificio del Bellas Artes es uno de los pocos inmuebles de este tipo que se mantuvo en pie en Europa después de la Guerra Mundial.
La plataforma Áncora, que ha conseguido 9.000 firmas en 20 días en contra del derribo del edificio, y de la que forman parte personalidades como la historiadora Montserrat Fornells, los directores del Untzi Museoa Soco Romano y José María Unsain, o el propietario de la Galería de arte Altxerri, Juan Ignacio García Velilla, defiende el interés compositivo del inmueble y su integración en la trama urbana. Descontentos con el estado actual del edificio, "mutilado", dicen, por sus dueños, los propietarios de los cines SADE, apuestan, no sólo por la conservación del edificio, sino por su rehabilitación y recuperación del diseño original, al tiempo que proponen usos futuros como sala de cine o sala de fiestas.
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Desconfían de un nuevo edificio que estaría obligado a conservar las señas de identidad del demolido, porque entienden que, para la construcción de un hotel, habría que abrir ventanas en ambos laterales del inmueble, además de elevar dos plantas más la altura actual, lo que desvirtuaría el proyecto antiguo.
Están dispuestos a plantar batalla y en esta línea tienen pensado solicitar al Gobierno Vasco la urgente incoación de un expediente para que el edificio del Bellas Artes sea declarado como monumento y alcance así el máximo grado de protección posible. "El ayuntamiento donostiarra ha permitido la modificación a la baja de su nivel de protección en una operación orquestada para facilitar su desaparición", aseguran los miembros de la nueva plataforma. Proponen que el consistorio lleve a cabo una permuta con los propietarios del edificio de tal manera que se les facilite otra parcela para que puedan construir el hotel previsto.
Están dispuestos a plantar batalla y en esta línea tienen pensado solicitar al Gobierno Vasco la urgente incoación de un expediente para que el edificio del Bellas Artes sea declarado como monumento y alcance así el máximo grado de protección posible. "El ayuntamiento donostiarra ha permitido la modificación a la baja de su nivel de protección en una operación orquestada para facilitar su desaparición", aseguran los miembros de la nueva plataforma. Proponen que el consistorio lleve a cabo una permuta con los propietarios del edificio de tal manera que se les facilite otra parcela para que puedan construir el hotel previsto.
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