Arrasate Zientzia Elkartea, con el apoyo económico de la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Arrasate, está desarrollando una investigación arqueológica en la cueva de Galarra para comprender la importancia del coto minero de Mondragón
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Sábado 5 de octubre de 2013
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A raíz de que un grupo de jóvenes espeleólogos se extraviará en la cueva de Galarra en 2012 fueron descubiertas en su interior una serie de galerías de 4 kilómetros de longitud en las que se hacía patente la presencia de actividad humana. Un equipo multidisciplinar de Arrasate Zientzia Elkartea encabezados por la arqueóloga Itxaso Eguizabal ha investigado a lo largo del año 2013 las nuevas galerías que dan cuenta de la existencia de una gran explotación minera para la extracción de hierro hasta ahora desconocida.
De manera anárquica, aparecen infinidad de huellas de pies y manos de todos los tamaños, por lo que no se descarta que en Galarra trabajasen hombres, mujeres y niños, al menos, entre los siglos XVI-XVII. Unos minerales que, también eran extraídos con herramientas como la piqueta hallada en la cavidad. Además en diferentes puntos de las galerías se han identificado la impronta de los cestos que utilizaron para transportar el mineral. Un sistema que se utilizó en las minas europeas desde la Edad de Hierro. También se han localizado jarras, por lo que no se descarta que las mujeres y niños cumpliesen la tarea de aguadores.
De manera anárquica, aparecen infinidad de huellas de pies y manos de todos los tamaños, por lo que no se descarta que en Galarra trabajasen hombres, mujeres y niños, al menos, entre los siglos XVI-XVII. Unos minerales que, también eran extraídos con herramientas como la piqueta hallada en la cavidad. Además en diferentes puntos de las galerías se han identificado la impronta de los cestos que utilizaron para transportar el mineral. Un sistema que se utilizó en las minas europeas desde la Edad de Hierro. También se han localizado jarras, por lo que no se descarta que las mujeres y niños cumpliesen la tarea de aguadores.
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Del interior de Galarra también llaman la atención las cruces. En total se han identificado dos tipologías de cruces latinas, trilobuladas y simples. Elementos habituales en un contexto medieval en la cornisa cantábrica. Por otro lado, se han localizado restos orgánicos que están siendo estudiados y que acompañan a los restos óseos de un ovicáprido.
La explotación de Galarra se suma a una importante lista de yacimientos arqueológicos y recursos patrimoniales estrechamente ligados a la industria del hierro en Gipuzkoa y que van desde la Edad de Hierro, hace 2.200 años (Basagain y Murumendi) hasta los siglos XVIII y XIX (Mustar y Agorregi) pasando por la Edad Media (Penadegi y Arditurri). De los 25 proyectos arqueológicos subvencionados por la Diputación Foral de Gipuzkoa este año, siete tiene relación con la industria del hierro.
En palabras de la diputada de Cultura, Juventud y Deporte, Ikerne Badiola, “el desarrollo de Gipuzkoa está muy unido a la industria del hierro” y la explotación de Galarra “nos sitúa en la época en que el hierro producido en Gipuzkoa se exportaba a toda Europa”.
“Este descubrimiento nos permite ahondar en nuestra historia. La arqueología nos ayuda a comprender nuestro pasado como sociedad: la organización social, los cambios, la economía, el modo de vida, la tecnología… Y es nuestro objetivo y responsabilidad investigar, poner en valor y divulgar nuestro pasado”.
La explotación de Galarra se suma a una importante lista de yacimientos arqueológicos y recursos patrimoniales estrechamente ligados a la industria del hierro en Gipuzkoa y que van desde la Edad de Hierro, hace 2.200 años (Basagain y Murumendi) hasta los siglos XVIII y XIX (Mustar y Agorregi) pasando por la Edad Media (Penadegi y Arditurri). De los 25 proyectos arqueológicos subvencionados por la Diputación Foral de Gipuzkoa este año, siete tiene relación con la industria del hierro.
En palabras de la diputada de Cultura, Juventud y Deporte, Ikerne Badiola, “el desarrollo de Gipuzkoa está muy unido a la industria del hierro” y la explotación de Galarra “nos sitúa en la época en que el hierro producido en Gipuzkoa se exportaba a toda Europa”.
“Este descubrimiento nos permite ahondar en nuestra historia. La arqueología nos ayuda a comprender nuestro pasado como sociedad: la organización social, los cambios, la economía, el modo de vida, la tecnología… Y es nuestro objetivo y responsabilidad investigar, poner en valor y divulgar nuestro pasado”.
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