Consejos para que helados, bebidas refrescantes, barbacoas o el picoteo no afecten al peso durante la época estival
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Sábado 20 de julio de 2013
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Con la llegada de la época estival en ocasiones se descuida la dieta que hemos procurado mantener a raya durante los meses de invierno para poder lucir cuerpo durante el verano. Helados, bebidas refrescantes, barbacoas o el picoteo pueden hacer estragos en el cuerpo y, precisamente ahora, es cuando no se quiere aumentar de talla.
Por ello, desde Nutrición Center, empresa líder en asesoramiento nutricional en farmacias, ofrecen una serie de consejos sobre alimentación y hábitos saludables para conseguir sobrevivir al verano sin ganar peso.
1 | Planificación y organización. Antes de irte de vacaciones es recomendable que te pongas en manos de un especialista en nutrición que planifique tus semanas de vacaciones con una dieta para este periodo y así organizar tus horarios de comidas.
2 | Mejor helados de hielo. Recurrir a helados para mitigar las altas temperaturas es algo habitual durante los meses de verano. Se debe procurar sustituir los helados de crema, elaborados con chocolates o natas por polos de hielo de sabores o por granizados. Helados de frutas como limón, mango o fresa suelen hacer también con una base de agua en vez de leche; aunque si te das un capricho a la semana no pasa nada, pero es aconsejable que ese día lo compenses con un largo paseo o actividad física.
Por ello, desde Nutrición Center, empresa líder en asesoramiento nutricional en farmacias, ofrecen una serie de consejos sobre alimentación y hábitos saludables para conseguir sobrevivir al verano sin ganar peso.
1 | Planificación y organización. Antes de irte de vacaciones es recomendable que te pongas en manos de un especialista en nutrición que planifique tus semanas de vacaciones con una dieta para este periodo y así organizar tus horarios de comidas.
2 | Mejor helados de hielo. Recurrir a helados para mitigar las altas temperaturas es algo habitual durante los meses de verano. Se debe procurar sustituir los helados de crema, elaborados con chocolates o natas por polos de hielo de sabores o por granizados. Helados de frutas como limón, mango o fresa suelen hacer también con una base de agua en vez de leche; aunque si te das un capricho a la semana no pasa nada, pero es aconsejable que ese día lo compenses con un largo paseo o actividad física.
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3 | Picoteo en la playa. Durante las vacaciones gran parte del día se pasa tumbado en la arena, por lo que en ocasiones se come, merienda o cena en la propia playa. Para compensar el sedentarismo es conveniente que las comidas sean ligeras y donde verduras y frutas sean protagonistas. Se pueden llevar recipientes con verduras, ensaladas con trocitos de pollo o pavo, queso fresco, huevo cocido, surimi, gambas, o frutas, por ejemplo, en una refrescante macedonia.
4 | Barbacoas ligeras. Se asocia barbacoa a gran festín de grasas, con panceta, hamburguesas o chorizo, pero se pueden cambiar por otros ingredientes más recomendables como brochetas de salmón, bacalao o atún con verduras; de marisco como gambones, langostinos, vieiras y setas; o de pollo o pavo. También se pueden poner en la parrilla muslos de conejo o pechugas de pavo marinadas con especias.
5 | Mayor ingesta de líquidos. En el verano se tiende a la ingesta de refrescos azucarados y gaseosos o de bebidas alcohólicas cuando lo recomendable es beber dos litros de agua al día, aunque se puede optar por cervezas sin alcohol, refrescos sin azúcar, bebidas isotónicas, infusiones heladas sin azúcar o zumos de frutas naturales como de naranja, piña o tomate.
6 | Piel al sol. Los alimentos ricos en betacarotenos: futas, verduras y hortalizas de colores llamativos como pimientos, zanahorias, tomates, cerezas o fresas ayudan a proteger la piel de los radicales libres que producen los rayos del sol. No hay que olvidarse de ponerse cremas protectoras adecuadas o complementarlo con aceleradores del bronceado.
7 | Comer en familia. Las vacaciones de verano permiten la conciliación familiar alrededor de una mesa, por lo que es un buen momento para que muchos padres refuercen los hábitos de alimentación saludables de sus hijos, ya que durante el año muchos niños comen en comedores escolares o cenan solos antes el televisor. Es un buen momento para corregir los malos hábitos adquiridos a lo largo del año.
Si se siguen estos ejemplos, se puede llegar a septiembre disfrutando del verano pero manteniendo a raya los excesos y sin ganar esos temidos kilos de más que tantos quebraderos de cabeza dan a la vuelta de las vacaciones.
4 | Barbacoas ligeras. Se asocia barbacoa a gran festín de grasas, con panceta, hamburguesas o chorizo, pero se pueden cambiar por otros ingredientes más recomendables como brochetas de salmón, bacalao o atún con verduras; de marisco como gambones, langostinos, vieiras y setas; o de pollo o pavo. También se pueden poner en la parrilla muslos de conejo o pechugas de pavo marinadas con especias.
5 | Mayor ingesta de líquidos. En el verano se tiende a la ingesta de refrescos azucarados y gaseosos o de bebidas alcohólicas cuando lo recomendable es beber dos litros de agua al día, aunque se puede optar por cervezas sin alcohol, refrescos sin azúcar, bebidas isotónicas, infusiones heladas sin azúcar o zumos de frutas naturales como de naranja, piña o tomate.
6 | Piel al sol. Los alimentos ricos en betacarotenos: futas, verduras y hortalizas de colores llamativos como pimientos, zanahorias, tomates, cerezas o fresas ayudan a proteger la piel de los radicales libres que producen los rayos del sol. No hay que olvidarse de ponerse cremas protectoras adecuadas o complementarlo con aceleradores del bronceado.
7 | Comer en familia. Las vacaciones de verano permiten la conciliación familiar alrededor de una mesa, por lo que es un buen momento para que muchos padres refuercen los hábitos de alimentación saludables de sus hijos, ya que durante el año muchos niños comen en comedores escolares o cenan solos antes el televisor. Es un buen momento para corregir los malos hábitos adquiridos a lo largo del año.
Si se siguen estos ejemplos, se puede llegar a septiembre disfrutando del verano pero manteniendo a raya los excesos y sin ganar esos temidos kilos de más que tantos quebraderos de cabeza dan a la vuelta de las vacaciones.
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