El estudio, realizado con el apoyo del departamento de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco, concluye que en Euskadi hay más agateadores, mosquiteros ibéricos, milanos negros y buitres leonados y menos abejarucos, alondras, calandrias, mosquiteros comunes, buitrones y tórtolas
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Domingo 7 de abril de 2013 | IREKIA
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Las poblaciones de abejaruco europeo, alondra común, buitrón, tórtola común, mosquitero común y calandria común observan un fuerte declive en su presencia en la Comunidad Autónoma Vasca y su volumen podría reducirse a la mitad dentro de quince años. Por el contrario, el agateador común, mosquitero ibérico, milano negro y el buitre leonado incrementan fuertemente su presencia por lo que en ese mismo plazo duplicarían su número de ejemplares.
De las 124 especies evaluadas en Euskadi se han detectado algunas variaciones demográficas en 48 especies. Asimismo se han identificado 12 especies que están en declive, 6 en declive fuerte, 6 en declive moderado 24 en aumento, 4 con incremento fuerte y 20 con incremento moderado mientras que 12 especies registran una tendencia estable.
De las 124 especies evaluadas en Euskadi se han detectado algunas variaciones demográficas en 48 especies. Asimismo se han identificado 12 especies que están en declive, 6 en declive fuerte, 6 en declive moderado 24 en aumento, 4 con incremento fuerte y 20 con incremento moderado mientras que 12 especies registran una tendencia estable.
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El departamento de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco apoya a la sociedad ornitológica Seo/Birdlife en la realización de un detallado indicador del estado de la biodiversidad vasca a través del programa “Sacre” de seguimiento de aves comunes reproductoras desde 1996 que indica la evolución de diversas especies.
Según la directora de Biodiversidad del Gobierno Vasco, Amaia Barredo, “se trata de un indicador vital para conocer el mantenimiento y la recuperación de la biodiversidad de nuestro país detectando a tiempo cualquier posible alarma para aplicar soluciones como ahora ha sido el caso de los abejarucos, alondras, butrones, tórtolas, mosquiteros y calandrias todas ellos en un aparente fuerte declive”. Barredo destaca la eficacia del estudio “que es realizado en buena parte de Europa y en la península ibérica pues toda la geografía está relacionada límite alguno”.
En el trabajo se recoge la situación del cernícalo vulgar, la cogujada, curruca zarcera, tarabilla común, triguero y escribano soteño que se encuentran en declive moderado ya que sus poblaciones han decrecido cerca de un 5% por año. Los arrendajos, aviones comunes, carboneros garrapinos y comunes, chochínes, colirrojos tizones, gavilán común, herrerillo común, jilguero, mirlo común, paloma torcaz, petirrojo europeo, pico-picapinos, pinzón vulgar, reyezuelo listado, verderón común, zarcero común, tórtola turca y las currucas cabecinegras y capirotadas registran un incremento moderado próximo al 5%.
Estabilidad
Los busardos ratoneros, cornejas negras, cuco común, pardillos, perdices rojas, ruiseñor bastardo, ruiseñor común, vencejos, verdecillos y escribanos soteños viven una situación estable dentro de sus áreas de reproducción en la Comunidad Autónoma Vasca. Otras especies como las abubillas, aguiluchos cenizos, alcaudones, golondrinas, gorriones, alcotanes, alimoches, ánades cigüeñas blancas, garzas, halcones peregrinos, martín pescador, mochuelo europeo, paloma bravía, somormujos, urracas, zorzales, codornices o fochas comunes, además de algunas otras especies avícolas, observan poblaciones inciertas sin incrementos o descensos y sin cambios no definidos.
“Según el estudio de Seo Birdlife –comenta Amaia Barredo- una gran proporción de las especies en declive fuerte son aves representativas de zonas agrícolas y las que viven un declive moderado están ligadas también, de una u otra forma, al medio agrario. Entre las que viven un fuerte aumento están el milano negro y el buitre leonado, con presencia en Araba/Álava, que coinciden con el incremento de sus especies en toda la península”. Entre las aves asociadas a medios urbanos, como los gorriones, golondrinas y vencejos comunes, se observa una situación estable o incluso con aumento moderado en el caso de los aviones comunes.
Muestreos
El estudio fija su atención en que los grupos de aves agrarias y arbustivas presentan un índice de cambio negativo mientras que los forestales y urbanos registran una evolución positiva. El trabajo se ha realizado por parte de profesionales y voluntarios en unidades de muestreo con recorridos en 20 estaciones ubicadas en “cuadrículas” de 10 x 10 kilómetros, realizándose dos visitas por temporada a cada zona a primer y última hora del día y con un protocolo de anotación de observaciones para los colaboradores a quienes también se imparte un cursillo general de medición de datos. Durante el pasado año se efectuaron 1.060 estaciones de muestreo y se espera que en la actual temporada se amplíe esa cobertura hasta los 1.320 puntos.
La directora de biodiversidad del Gobierno Vasco destaca “la importancia de este tipo de trabajos que suponen una evaluación permanente de la salud y vida de nuestro medio natural ofreciéndonos la oportunidad de intentar solucionar cualquier desviación inquietante. Lo mejor de ello es que lo hacemos de la mano del resto de Europa por lo que los resultados pueden ser analizados desde una óptica general y acertada”.
El estudio será remitido desde el Gobierno Vasco a diversas asociaciones agroganaderas y naturalistas con interés en la biodiversidad vasca. “Afortunadamente –observa Amaia Barredo- son cada vez más las personas aficionadas a la observación de nuestras aves en la actividad conocida como “Birding” gracias a magníficos lugares como Urdaibai, Txingudi, las lagunas de Laguardia, Salburua, Valderejo-Gaubea y otros enclaves de nuestra geografía”.
Según la directora de Biodiversidad del Gobierno Vasco, Amaia Barredo, “se trata de un indicador vital para conocer el mantenimiento y la recuperación de la biodiversidad de nuestro país detectando a tiempo cualquier posible alarma para aplicar soluciones como ahora ha sido el caso de los abejarucos, alondras, butrones, tórtolas, mosquiteros y calandrias todas ellos en un aparente fuerte declive”. Barredo destaca la eficacia del estudio “que es realizado en buena parte de Europa y en la península ibérica pues toda la geografía está relacionada límite alguno”.
En el trabajo se recoge la situación del cernícalo vulgar, la cogujada, curruca zarcera, tarabilla común, triguero y escribano soteño que se encuentran en declive moderado ya que sus poblaciones han decrecido cerca de un 5% por año. Los arrendajos, aviones comunes, carboneros garrapinos y comunes, chochínes, colirrojos tizones, gavilán común, herrerillo común, jilguero, mirlo común, paloma torcaz, petirrojo europeo, pico-picapinos, pinzón vulgar, reyezuelo listado, verderón común, zarcero común, tórtola turca y las currucas cabecinegras y capirotadas registran un incremento moderado próximo al 5%.
Estabilidad
Los busardos ratoneros, cornejas negras, cuco común, pardillos, perdices rojas, ruiseñor bastardo, ruiseñor común, vencejos, verdecillos y escribanos soteños viven una situación estable dentro de sus áreas de reproducción en la Comunidad Autónoma Vasca. Otras especies como las abubillas, aguiluchos cenizos, alcaudones, golondrinas, gorriones, alcotanes, alimoches, ánades cigüeñas blancas, garzas, halcones peregrinos, martín pescador, mochuelo europeo, paloma bravía, somormujos, urracas, zorzales, codornices o fochas comunes, además de algunas otras especies avícolas, observan poblaciones inciertas sin incrementos o descensos y sin cambios no definidos.
“Según el estudio de Seo Birdlife –comenta Amaia Barredo- una gran proporción de las especies en declive fuerte son aves representativas de zonas agrícolas y las que viven un declive moderado están ligadas también, de una u otra forma, al medio agrario. Entre las que viven un fuerte aumento están el milano negro y el buitre leonado, con presencia en Araba/Álava, que coinciden con el incremento de sus especies en toda la península”. Entre las aves asociadas a medios urbanos, como los gorriones, golondrinas y vencejos comunes, se observa una situación estable o incluso con aumento moderado en el caso de los aviones comunes.
Muestreos
El estudio fija su atención en que los grupos de aves agrarias y arbustivas presentan un índice de cambio negativo mientras que los forestales y urbanos registran una evolución positiva. El trabajo se ha realizado por parte de profesionales y voluntarios en unidades de muestreo con recorridos en 20 estaciones ubicadas en “cuadrículas” de 10 x 10 kilómetros, realizándose dos visitas por temporada a cada zona a primer y última hora del día y con un protocolo de anotación de observaciones para los colaboradores a quienes también se imparte un cursillo general de medición de datos. Durante el pasado año se efectuaron 1.060 estaciones de muestreo y se espera que en la actual temporada se amplíe esa cobertura hasta los 1.320 puntos.
La directora de biodiversidad del Gobierno Vasco destaca “la importancia de este tipo de trabajos que suponen una evaluación permanente de la salud y vida de nuestro medio natural ofreciéndonos la oportunidad de intentar solucionar cualquier desviación inquietante. Lo mejor de ello es que lo hacemos de la mano del resto de Europa por lo que los resultados pueden ser analizados desde una óptica general y acertada”.
El estudio será remitido desde el Gobierno Vasco a diversas asociaciones agroganaderas y naturalistas con interés en la biodiversidad vasca. “Afortunadamente –observa Amaia Barredo- son cada vez más las personas aficionadas a la observación de nuestras aves en la actividad conocida como “Birding” gracias a magníficos lugares como Urdaibai, Txingudi, las lagunas de Laguardia, Salburua, Valderejo-Gaubea y otros enclaves de nuestra geografía”.
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