Radio San Sebastián: La Orquesta Sinfónica del Teatro Mariinsky inaugurará este fin de semana los conciertos sinfónicos del Auditorio Kursaal

El maestro Valery Gergiev estará al frente de la formación rusa en sus dos citas, los días 3 y 4 de agosto, a partir de las 20:00 h.

Viernes 2 de agosto de 2013

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La 74 Quincena Musical de San Sebastián dará comienzo a sus conciertos sinfónicos del Auditorio Kursaal este fin de semana, con dos actuaciones firmadas por una de las formaciones de referencia de la escuela rusa: la Orquesta Sinfónica del Teatro Mariinsky.

Acudirá con su director titular, Valery Gergiev, un músico que destaca, ante todo, por su inusitada capacidad de trabajo y por su talento. Es un director muy expresivo, capaz de dirigir sin batuta. Los aficionados aprecian su gran carisma y el maestro, consciente de su éxito, sigue asumiendo nuevos retos que lo mantienen en primera fila. En su primera cita, el sábado 3 de agosto, la formación actuará acompañada por el violonchelista Alexander Buzlov, y el domingo día 4 lo hará junto al Coro Easo.

En el primero de sus dos conciertos la Orquesta Sinfónica del Teatro Mariinsky ofrecerá un programa de marcado corte romántico, formado por obras de Tchaikovsky, Wagner y Brahms. Dará comienzo con el preludio del acto I de la ópera ‘Lohengrin’ de Richard Wagner, compositor que legó una obra operística muy destacada siendo esta una de sus partituras más sobresalientes. Fue interpretada por primera vez en el año 1850, y narra la historia de rivalidad que enfrenta a dos hombres, Telramund y Lohengrin, por obtener la sucesión del ducado de Brabante y el amor de una mujer. Este año se celebra el 200 aniversario del nacimiento de Richard Wagner, por lo que esta composición tendrá un significado muy especial dentro del programa del festival.

La segunda obra de la velada será ‘Variaciones rococó’, partitura escrita por Tchaikovsky en 1876. Con esta obra Tchaikovsky quiso homenajear a Wolfgang Amadeus Mozart, procurando plasmar la admiración que sentía por ese gran compositor. La partitura fue estrenada en Moscú en 1877 y actuó como violonchelista solista Wilhelm Fitzenhagen, al que el compositor dedicó la composición. La obra se desarrolla en siete variaciones que dan al solista una gran oportunidad de lucimiento, ya que la partitura refleja un diálogo permanente entre chelo y orquesta. El papel solista será asumido en esta ocasión por el chelista ruso Alexander Buzlov, un joven intérprete que está despuntando en el panorama internacional.

La velada romántica finalizará con la ‘Sinfonía nº2’ de Johannes Brahms, una figura sobresaliente de la música del siglo XIX, y según muchos estudiosos, el último gran compositor clásico.

En su segunda intervención, la orquesta abrirá con el ‘Concierto para piano nº 21’ de Wolfgang Amadeus Mozart, una de las obras más hermosas escritas para piano, que el autor estrenó un día después de finalizarla, el 10 de marzo de 1785. El solista que participará en esta obra es un joven intérprete catalán que está obteniendo destacados éxitos, el pianista Ignasi Cambra.

La Orquesta Sinfónica del Teatro Mariinsky volverá a actuar bajo la batuta de Valery Gergiev, que por primera vez dirigirá al Coro Easo, una formación referencial en la historia del festival. La agrupación coral se sumará a la orquesta para abordar, en la segunda parte del concierto, la ‘Sinfonía nº 13’ de Dimitry Shostakovich, conocida también como ‘Babi Yar’. Para esta obra, la orquesta contará también con el bajo Mikhail Petrenko.

‘Babi Yar’ fue escrita con intención de recordar a los judíos ejecutados por las tropas nazis en el barranco de Babi Yar (Ucrania) durante la II Guerra Mundial. La obra abre el periodo de sinfonías que Shostakovich dedicó a los conflictos del alma humana. Basada en poemas de Yevgeny Yevtushenko, esta partitura, como otras del autor, no fue del agrado de las autoridades soviéticas. El contenido de los poemas musicalizados era subversivo a los ojos del régimen que anhelaba un estricto control sobre todo. En la obra, bajo la aparente crítica de un sistema supuestamente tan opuesto al socialismo como el nazismo alemán, subyace una denuncia al gobierno soviético, y éste, alerta, puso toda su maquinaria de control en marcha. Yevtushenko fue obligado a añadir en su poema una estrofa en la que se afirmaba que rusos y ucranianos también habían muerto junto a los judíos en el barranco Babi Yar.

Por ello, la temática de esta obra se puede vincular con el hilo conductor principal del festival de este año: la conmemoración del 200 aniversario de la quema de San Sebastián. Con la programación de este tipo de obras, la Quincena Musical se sumará a los múltiples actos que se realizarán este verano en la ciudad para rememorar la fecha, mostrando la crueldad y la sinrazón de los enfrentamientos bélicos.