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El verano en el País Vasco ha sido cálido, con una temperatura media en San Sebastián de 18,9 grados, pero extremadamente seco
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Sábado 22 de septiembre de 2012 | EFE
Se han registrado tan sólo un 50 por ciento de las precipitaciones normales, lo que sitúa entre los 5 o 6 años con menos lluvias desde la década de los 50.
Así lo ha explicado la delegada territorial en el País Vasco de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Margarita Martín, quien ha señalado que, para este otoño las previsiones apuntan a que será normal, es decir, ‘lluvioso’, con precipitaciones en torno a los 500 litros por metro cuadrado, y con una media de 16 grados de temperatura.
Aunque la percepción de la población es que el verano ha sido muy caluroso, Martín ha explicado que los datos entre el 1 de julio y el 19 de septiembre reflejan una temperatura media de 18,9 grados en el observatorio de Igeldo, en la capital guipuzcoana, y de 18,5 en Foronda (Vitoria), lo que se considera ‘cálido’ no ‘muy cálido’.
Sin embargo, las precipitaciones en San Sebastián, por ejemplo, han sido de 177 litros por metro cuadrado, cuando el valor normal es de 315 litros, lo que coloca este año entre los 5 o 6 más secos desde la década de los 50.
La ausencia de lluvias ha sido todavía más destacada en el interior, ha indicado Martín, quien ha puntualizado que en Vitoria se han registrado en este periodo 36 litros por metro cuadrado, cuando lo normal es 115.
La tónica de menos lluvia ha sido también la nota generalizada entre el 1 de septiembre de 2011 y el 31 de agosto de 2012, cuando se han recogido 1.467,4 litros por metro cuadrado en Igeldo frente a los 1.541 que se consideran la media normal.
Sin embargo, mientras en la costa la diferencia respecto a valores normales ha sido del 10 por ciento, en el interior se ha elevado al 50 por ciento.
Alava ha sido el territorio del País Vasco donde se han registrado los valores más extremos, tanto en temperaturas como en precipitaciones.
La temperatura mínima más baja fue recogida en Foronda el 2 de julio, cuando el termómetro se quedó en 3,2 grados, la más baja desde 1976, y fue también en el aeropuerto de la capital alavesa donde se obtuvo la máxima del verano con 40,7 grados el 9 de agosto.
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