La Real Sociedad, con enorme sufrimiento, se impuso a un Zaragoza al que deja muy tocado tras dos derrotas consecutivas, con un gran gol de Aranburu que prácticamente supone la salvación virtual de los guipuzcoanos.
La Real salió enchufada al partido y pudo haber cambiado ya el signo de éste con un gol anulado a Tamudo al estar en fuera de juego y otro disparo de Zurutuza muy intencionado en los diez primeros minutos
Tamudo estaba muy implicado con una camiseta que puede dejar de llevar si no hay renovación dentro de tres semanas, y decidió que, por si acaso, su despedida tiene que ser a lo grande y mayúsculo fue el gol que marcó en el minuto 24 tras una salida en falso de Toni Doblas, que el delantero catalán convirtió en gol con su frialdad habitual.
El conjunto maño, muy tocado tras este tanto, se estiró en busca de un empate que necesitaba como el respirar para seguir con opciones de permanencia en este tramo final de Liga, pero los donostiarras cerraron bien la conexión de su centro del campo con Ponzio y Uche.
El capitán Gabi metió emoción al encuentro con un gol de bandera en un lanzamiento directo de falta al que Bravo, perfecto hasta ese momento, no pudo llegar. En plena descomposición defensiva realista Ander Herrera perdonó el 1-2 con el cancerbero chileno superado.
Los últimos minutos fueron intensos porque un despiste de cualquiera de los dos podría significar una derrota que llevaba aparejada un sufrimiento extremo en las dos últimas jornadas de Liga y ambos conjuntos nadaron y se tentaron la ropa hasta que el veterano Aranburu logró el gol de la victoria celebrado como si sirviera para conseguir un título.(www.cadenaser.com)
La Real salió enchufada al partido y pudo haber cambiado ya el signo de éste con un gol anulado a Tamudo al estar en fuera de juego y otro disparo de Zurutuza muy intencionado en los diez primeros minutos
Tamudo estaba muy implicado con una camiseta que puede dejar de llevar si no hay renovación dentro de tres semanas, y decidió que, por si acaso, su despedida tiene que ser a lo grande y mayúsculo fue el gol que marcó en el minuto 24 tras una salida en falso de Toni Doblas, que el delantero catalán convirtió en gol con su frialdad habitual.
El conjunto maño, muy tocado tras este tanto, se estiró en busca de un empate que necesitaba como el respirar para seguir con opciones de permanencia en este tramo final de Liga, pero los donostiarras cerraron bien la conexión de su centro del campo con Ponzio y Uche.
El capitán Gabi metió emoción al encuentro con un gol de bandera en un lanzamiento directo de falta al que Bravo, perfecto hasta ese momento, no pudo llegar. En plena descomposición defensiva realista Ander Herrera perdonó el 1-2 con el cancerbero chileno superado.
Los últimos minutos fueron intensos porque un despiste de cualquiera de los dos podría significar una derrota que llevaba aparejada un sufrimiento extremo en las dos últimas jornadas de Liga y ambos conjuntos nadaron y se tentaron la ropa hasta que el veterano Aranburu logró el gol de la victoria celebrado como si sirviera para conseguir un título.(www.cadenaser.com)
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